Tenga buen hábito, no pida prestado. ¿Quieres perder a un amigo? Préstele dinero. Las sabidurías de vida españolas tienen mucha verdad en ellas, las cuales son el resultado de las experiencias acumuladas durante generaciones. De hecho, a menudo sucede que pedir dinero prestado termina desastrosamente: subestimaciones, mentiras y evasiones. ¿Cómo abordar el problema?
¿Cómo reclamo un reembolso? El estereotipo imperante
No nos gusta hablar de dinero. Este es un tema que somos reacios a tratar. No nos jactamos de nuestros ingresos, ahorros y, más aún, no nos gusta hablar de dinero cuando simplemente nos falta. Es difícil romper el tema tabú, y es aún más difícil cuando pedimos dinero.
Después de todo, no se los pedimos prestado a extraños, sino a aquellos con quienes tenemos una relación. Suelen ser nuestros parientes, familiares, amigos o compañeros de trabajo con los que nos vemos cada día en el trabajo.
En algún lugar del fondo de la cabeza pensamos que a nuestro deudor simplemente le puede resultar difícil, buscamos excusas para él/ella, y también tenemos miedo de lastimar a alguien. Estas son las principales razones, especialmente cuando la suma no es grande, por las que preferimos señalar la pérdida en lugar de pedir el reembolso de la deuda.
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Hablar del estado de la deuda es fundamental
No evitemos hablar de un préstamo. Es obvio que no queremos ser mezquinos ni pedantes, pero no hay absolutamente nada de malo en defender a los nuestros. A menudo es por esta razón que se nos ocurren extrañas excusas: que absolutamente necesitamos dinero, que nuestro esposo nos pidió que le preguntáramos sobre el pago de la deuda, o que tenemos que pagar por algo de inmediato.
Es realmente innecesario, porque no tenemos que explicarle a nadie por qué defendemos nuestro dinero ganado con tanto esfuerzo. El silencio es igual de malo porque si no empezamos a hablar, el tema de la deuda se quedará con nosotros y creará malos entendidos. Evaluaremos críticamente el comportamiento de su amigo, estimaremos sus gastos y consideraremos si realmente fueron necesarios.
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Aclare la situación y establezca una fecha de reembolso
Empecemos la conversación cara a cara, porque no tiene sentido exponerse a usted, al deudor o a sus amigos a una situación incómoda. Sobre todo porque puede resultar que no haya ningún problema, porque nuestro deudor simplemente se olvidó del préstamo o puede explicarse fácilmente que necesita unos días para regresar y le dará la razón.
También sucede que el retraso se debe a un malentendido, porque, por ejemplo, no hemos acordado la fecha exacta de devolución. Si este no es el caso, establecemos firmemente la fecha de reembolso y unos días antes de su vencimiento, solicitamos un reembolso.
Si no recuperamos el dinero, repita su solicitud y establezca otra fecha. Desafortunadamente, si no ayuda, comencemos a aceptar la pérdida de dinero, porque prácticamente no tenemos ninguna posibilidad de reembolso.
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Escriba el contrato de préstamo y pague el impuesto
Desafortunadamente, los préstamos entre particulares son muy difíciles de recuperar. Debemos asegurarnos de que declaramos los ingreso que son sujetos al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD). Tenemos que pagar el impuesto por intereses ganados.
Solo cuando prestamos a los miembros de la familia inmediata y sin intereses, estamos exentos del impuesto. Esto se aplica siempre cuando ellos pidan prestados montos de cualquier cantidad. Además, dicho préstamo solo puede realizarse una vez cada cinco años.
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